¿Qué
se puede decir de Saer como para que les interese? ¿Qué decir de un
tipo que hizo un culto de la inmovilidad, de la profundida de la mirada,
del momento en la era de lo instantaneo? Absolutamente nada. Hoy a Saer
no se lo lee, y si se lo lee se lo lee por obligación; porque la
catedra de Teoría Literaria de cualquier instituto y universidad lo pone en su programa, porque esta considerado como muchos otros un mito literario.
¿Es Saer un mito literario? ¿Es la pesquisa un monumento literario? No es mi intención justamente ayudar a construir un mito alrededor de él, ese mito de el escritor para escritores, del autor de culto que sabemos que es una falsa ilusión construida alrededor del mundillo pretencioso de ciertas editoriales.
Bueno, entonces ¿Qué es la pesquisa? La pesquisa es ante todo un relato atípico para Saer. Se constituye como un intento tardío del autor por salir de su zona de confort y eso vale por mil novelas. Un experimento con la experiencia a cuestas de un escritor ya establecido como tal y sin necesidad de probarle a nadie, ni siquiera a si mismo de que era capaz. Un mal que, por supuesto, afecta a muchos escritores.
La pesquisa es una serie de dos relatos mayores y dos relatos menores entrecruzados que convergen entre si. Los cuatro se desenvuelven como misterios sin resolver y la trama que discurre entre dos encierra a su vez a los otros dos. La escisión y el intercalamiento van de la mano de una historia policial (la del detective Mervan) que busca a un asesino de ancianas y la historia de Pichón Garay que a su vez se constituye como el que les refiere esa primer historia a sus amigos en un reencuentro en Santa Fe muchos años despues de que el se haya ido a vivir a Francia.
¿Para qué leer a Saer? La historia es dificil, el ritmo es lento y aparentemente no pasa nada extraordinario en el sentido en el que nosotros concebimos la acción. Digamoslo así, quienes puedan disfrutar de la fotografia de una pelicula y la paleta de color que utiliza del director puede tranquilamente gozar de Saer, quien en cambio ame las de tiros, jamas podrá engancharse plenamente con un libro de él a menos que resigne la cuota de acción a otros ámbitos de su vida. En la humilde opinión de este cronista Saer es una maravilla como concepto de narración, da catedra justamente de las formas en que uno puede situar el ojo sobre algo tan simple como la luz sobre el agua del río y maravillarnos con la saludable exquisitez de su prosa.
¿Es Saer un mito literario? ¿Es la pesquisa un monumento literario? No es mi intención justamente ayudar a construir un mito alrededor de él, ese mito de el escritor para escritores, del autor de culto que sabemos que es una falsa ilusión construida alrededor del mundillo pretencioso de ciertas editoriales.
Bueno, entonces ¿Qué es la pesquisa? La pesquisa es ante todo un relato atípico para Saer. Se constituye como un intento tardío del autor por salir de su zona de confort y eso vale por mil novelas. Un experimento con la experiencia a cuestas de un escritor ya establecido como tal y sin necesidad de probarle a nadie, ni siquiera a si mismo de que era capaz. Un mal que, por supuesto, afecta a muchos escritores.
La pesquisa es una serie de dos relatos mayores y dos relatos menores entrecruzados que convergen entre si. Los cuatro se desenvuelven como misterios sin resolver y la trama que discurre entre dos encierra a su vez a los otros dos. La escisión y el intercalamiento van de la mano de una historia policial (la del detective Mervan) que busca a un asesino de ancianas y la historia de Pichón Garay que a su vez se constituye como el que les refiere esa primer historia a sus amigos en un reencuentro en Santa Fe muchos años despues de que el se haya ido a vivir a Francia.
¿Para qué leer a Saer? La historia es dificil, el ritmo es lento y aparentemente no pasa nada extraordinario en el sentido en el que nosotros concebimos la acción. Digamoslo así, quienes puedan disfrutar de la fotografia de una pelicula y la paleta de color que utiliza del director puede tranquilamente gozar de Saer, quien en cambio ame las de tiros, jamas podrá engancharse plenamente con un libro de él a menos que resigne la cuota de acción a otros ámbitos de su vida. En la humilde opinión de este cronista Saer es una maravilla como concepto de narración, da catedra justamente de las formas en que uno puede situar el ojo sobre algo tan simple como la luz sobre el agua del río y maravillarnos con la saludable exquisitez de su prosa.




